miércoles, junio 15, 2005

Me encanta...

Esto tengo que contarlo. Mi hija Ana siempre ha tenido problemillas de adaptación al medio, le han dado mucha caña los compas por ejemplo por no gustarle Andy y Lucas (bien por ella), o por ser muy callada y retraída, o por devorar manga, y el no sentirse aceptada le ha hecho pasarlo mal durante largas épocas. En cambio Raquel, que es un año menor, tiene una personalidad muy fuerte y el don de que le resbalen del todo las opiniones ajenas, y no se corta un pelo para demostrarlo.
La última que me han contado: un par de pijas de la clase de Raquel (retrato robot: minifaldita, top cortísimo y pelito con mechas y todo tipo de horquillitas y pinzas), le dijeron el otro día a Raquel (que iba como siempre, con botas negras altas, medias negras rotas y guantes largos de rejilla):
- Mortizia, ¿no estás asfixiada con esos ropajes y esas melenas negras? (risita burlona). Ella les respondió:
- Las góticas sufrimos en verano, pero a las putas les toca sufrir en invierno.
No sabeis cómo envidio esa libertad suya de hacer lo que le venga en gana y que se la sude el resto del mundo... Quizá por esa cualidad tenga tantos amigos y esté siempre rodeada de gente que se la rifa, porque yo seria incapaz de responder algo así.

lunes, junio 13, 2005

Golpe súbito de empatía

Anoche ví en el telediario una manifestación que hubo no sé dónde en contra del matrimonio entre homosexuales. Muchas familias con niños, y que si un niño necesita un papá y una mamá para crecer sanos emocionalmente (pffff, yo habría preferido dos papás y ninguna mamá: ver posts anteriores), que si quieren destruir la familia tradicional (como si fueran a prohibir el matrimonio entre heteros), y otras tonterías a cual más rebuscada. Y a pesar de que siempre he apoyado y defendido a capa y espada el derecho de las personas a formar la pareja que les dé la gana, o que la naturaleza les dicte, anoche por primera vez extrañamente me puse de verdad en su pellejo.
Estaba cenando en un bar con B. mientras veía esto, y le pregunté: "¿Te imaginas que viviéramos en un mundo de homosexuales donde las parejas heteros estuviéramos mal vistas, y sólo pudiéramos permitirnos expresiones de cariño en ciertos sitios y a ciertas horas? ¿Que no pudiéramos darnos un beso en la calle sin que alguien nos mirara mal o se repugnara, o donde en un alarde de atrevimiento solo pudiéramos cogernos de la mano? ¿Y si fueran los demás quienes juzgaran si tenemos o no derecho a tener un hijo? " Bactering respondió que él no viviría en un mundo así, que hace tiempo que se habría cortado las venas. Pues esa es exactamente la realidad de estas personas, su día a día. Y me pareció absolutamente horrible.
He de decir que mi hermano menor es gay. Nadie lo sabe en mi familia oficialmente, pero si es blanco y en botella, es leche. Mi madre dice que todavía no quiere liarse con novia y familia porque está muy liado con el trabajo y porque aún es joven y quiere disfrutar de la vida, pero con 34 tacos yo creo que ya ha disfrutado lo suyo. Y es que no hay peor ciego que el que no quiere ver.
Y mi padre, de educación férrea tradicional es de los que prefiere (sic) "dos hijas putas antes que un hijo maricón". Con lo cual, evidentemente mi hermano dejará que mis padres mueran sin saberlo, y creo que hará muy bien.
Mi hermano tiene pareja estable desde hace muchos años, y en casa oficialmente es "su mejor amigo". Va mucho de visita, se ducha y duerme en su casa pero es porque son muy amigos. La mitad de sus amigos tiene pluma pero no parece que hayan asociado ideas. Incluso mi hermano es bastante amanerado, pero según mi madre es "expresivo". Hay que joderse.
Yo me casé, mi hermano mayor se casó, nunca escondimos nada y todos lo vieron bien y lo celebraron por todo lo alto, pero mi hermano debe haber sufrido (y sigue sufriendo) en sus carnes el vivir con una mentira, con una máscara puesta. Y yo nunca había reparado en lo mal que debe pasarlo, nunca me había puesto en su piel pero anoche lo hice, y sentí mucha lástima por lo injusto de su vida y de la de tantos otros en su situación. Maldita religión que todo lo llena de mierda y todo lo envenena, que hace desgraciadas a personas que nunca han hecho nada malo.
Me quedo con un chiste gráfico que ví en el periódico y que me hizo sonreir: un cura decía "Lo que Dios ha unido que no lo separe el hombre" y a su lado una pareja de gays decían: "Lo que el hombre ha unido que no lo separe Dios". Me pareció cojonudo.