lunes, octubre 22, 2007

Les Luthiers

Ésta ha sido una buena semana para los amantes de la música y los espectáculos en directo en Murcia. Tambien, para seguir con los sucesos excepcionales en estas tierras, ha llovido con ganas desde hace un par de semanas. Dado que ambos hechos han coincidido en el tiempo, nos hemos encontrado con disgustos tan grandes como el que se ha llevado Nilrem, que tambien es mala pata. Pero yo tuve la inmensa suerte de que los maestros entre maestros actuaron a cubierto en el Auditorio, y ni lluvia ni granizo ni caída de meteoritos me estropeó semejante velada.

El viernes noche acudimos Bactering y yo al estreno de su gira por Murcia. Ya hacía dos meses que tenía las entradas, que es la única forma de coger buenas localidades para ver a estos señores, y menos mal porque creo que hace un mes o así que se agotaron. La cola al llegar era brutal, y es que donde va esta gente mueve multitudes.

A lo largo de una hora y media que pareció veinte minutos, ofrecieron su último espectáculo, "Las obras de ayer (El refrito)", y no importó lo más mínimo que yo conociera cada canción y cada sketch de memoria, pasé la hora y media llorando de la risa y admirada por la calidad de estos, no solo fabulosos cómicos, sino sobre todo increíbles y virtuosos músicos. Cualquiera de ellos (salvo Marcos, que no es músico), además de poseer alguna licenciatura en Ciencias, pasa del piano al violín o a cualquier otro instrumento de cuerda o viento como si fuera algo sencillo, mientras nos hacen morir de risa con unos guiones inteligentes y elegantes. Por no hablar de los instrumentos que ellos mismos inventan y construyen y que además suenan bien. Únicos, son simplemente únicos.

Cada vez que los he visto lo he hecho con el temor de que fuera mi última oportunidad de verlos en directo, que ya llevan 40 años en el escenario, pero todavía tengo la esperanza de verlos una vez más si me hacen el favor de no retirarse todavía. Dentro de poco estarán en Elche, y no podré ir porque ya no hay entradas (por supuesto), pero de haberlas ahí estaría yo para volver a ver su espectáculo, porque es imposible cansarse de la voz de Marcos, la música y las actuaciones de Jorge y los dos Carlos, pero sobre todo de las payasadas de Daniel. Amo a Daniel, ese hombre es para mí el alma de Les Luthiers aunque cualquiera de los cinco sean imprescindibles, pero Daniel...

No sabría recomendaros algo en especial de esta gente, son tantas sus piezas inolvidables que tendrías que entrar en Youtube y ver uno tras otro: Esther Píscore, el sendero de Warren Sánchez, Pepper Clemens sent the messenger: nevertheless the reverend left the herd, cualquier alusión al compositor Johan Sebastian Mastropiero... es un no parar. De verdad, de corazón, si aún no has tenido oportunidad de ver a estos genios en su salsa, empieza por meterte al cuerpo algunos de sus vídeos y la próxima vez que vayan a tu ciudad posiblemente tú tampoco quieras perderte el inmenso placer de verlos en directo.

lunes, octubre 08, 2007

Comprobado

Nada, no consigo escuchar "Barcelona" con Freddie Mercury y Montserrat Caballé sin que me salten las lágrimas y el vello de los brazos me atraviese las mangas. Si veo el vídeo, directamente lloro a moco tendido.


jueves, octubre 04, 2007

Mi trabajo es una mina inagotable

Menos mal que no todo son cabreos y mal rollo, tambien hay ratos en los que no te queda otra que reirte.

Tenemos por norma que los extranjeros que vengan al centro han de venir acompañados por alguien que haga de intérprete en el caso de que no hablen español. Esto, la mayoria de las veces no se cumple y mis compañeras tienen que lidiar con personas que no hablan ni papa de español, y conseguir rellenar un informe completo.
Hay una empresa concreta que se dedica al transporte internacional, y cuyos trabajadores son en su totalidad de Europa centra y del este. Nunca jamás viene nadie de esa empresa que hable español, y ya estamos cansados de advertirle y amenazarles con no hacerles el reconocimiento. Pero como sabe que somos facilones y no decimos que no a nada, pues así nos va.
Un día vinieron cuatro personas de esa empresa. Enseguida ví que eran alemanes y no sabían decir más que "paella", y ya empecé a explicárselo a su jefe. Pero me dijo que no me preocupara, que uno de ellos hablaba español perfectamente. Hablé con él para comprobarlo y efectivamente, hablaba muy bien, así que el jefe se fue tranquilamente y nos dejó con aquellos personajes allí. Cuando llamaron al primero de ellos, le pedí al que hablaba español que entrara con él para traducirle, y él entró.
Un minuto despues saca la cabeza por la puerta y me dice "lo siento, no puedo traducir". Le digo: "¿pero por qué? Si hablas español perfectamente". Y me dice "sí, pero lo que no hablo es una palabra de alemán. Yo soy rumano".
Casi me caigo de espaldas. El cabrón del jefe me la había vuelto a meter doblada.

martes, octubre 02, 2007

Cosas que veo a diario

Sin ir más lejos, hace diez minutos. Conversación:

YO (dirigiéndome a dos trabajadores negros que han venido a pasar el reconocimiento medico): Ahora os van a sacar sangre y podeis ir a desayunar, volved en una media hora para el resto de las pruebas.

Los negros se sacan sangre y se van. En la sala de espera hay varias personas más, entre ellas Maslistoquetú.

MASLISTOQUETÚ: A desayunar no se han podido ir, porque están en el Ramadán y no pueden comer.
YO: Ya, pero es que todos los negros no son musulmanes.
MASLISTOQUETÚ: Te digo yo que éstos hacen todos el Ramadán.
(Si "lo dice él" ya es otra cosa, eso convierte cualquier afirmación en cierta).
YO: ¿"Éstos" quienes son? ¿Los negros?
MASLISTOQUETÚ: Claro, tienen que hacer todos el Ramadán.
YO: Yo diría que eso va con la religión, no con el color.
MASLISTOQUETÚ: Lo sé porque yo trabajo con otros dos negros y tambien están ahora con el Ramadán.
YO: Pero eso es por musulmanes, no por negros.
MASLISTOQUETÚ: Que te digo yo que todos éstos hacen el Ramadán.

Normalmente en ese punto recuerdo que estoy en mi puesto de trabajo y que ha llegado el momento exacto de callarme la boca, antes de decir algo de lo que luego me arrepienta.
Esta cantidad de imbéciles por kilómetro cuadrado es algo que nunca deja de sorprenderme.