El viernes noche acudimos Bactering y yo al estreno de su gira por Murcia. Ya hacía dos meses que tenía las entradas, que es la única forma de coger buenas localidades para ver a estos señores, y menos mal porque creo que hace un mes o así que se agotaron. La cola al llegar era brutal, y es que donde va esta gente mueve multitudes.
A lo largo de una hora y media que pareció veinte minutos, ofrecieron su último espectáculo, "Las obras de ayer (El refrito)", y no importó lo más mínimo que yo conociera cada canción y cada sketch de memoria, pasé la hora y media llorando de la risa y admirada por la calidad de estos, no solo fabulosos cómicos, sino sobre todo increíbles y virtuosos músicos. Cualquiera de ellos (salvo Marcos, que no es músico), además de poseer alguna licenciatura en Ciencias, pasa del piano al violín o a cualquier otro instrumento de cuerda o viento como si fuera algo sencillo, mientras nos hacen morir de risa con unos guiones inteligentes y elegantes. Por no hablar de los instrumentos que ellos mismos inventan y construyen y que además suenan bien. Únicos, son simplemente únicos.
Cada vez que los he visto lo he hecho con el temor de que fuera mi última oportunidad de verlos en directo, que ya llevan 40 años en el escenario, pero todavía tengo la esperanza de verlos una vez más si me hacen el favor de no retirarse todavía. Dentro de poco estarán en Elche, y no podré ir porque ya no hay entradas (por supuesto), pero de haberlas ahí estaría yo para volver a ver su espectáculo, porque es imposible cansarse de la voz de Marcos, la música y las actuaciones de Jorge y los dos Carlos, pero sobre todo de las payasadas de Daniel. Amo a Daniel, ese hombre es para mí el alma de Les Luthiers aunque cualquiera de los cinco sean imprescindibles, pero Daniel...
No sabría recomendaros algo en especial de esta gente, son tantas sus piezas inolvidables que tendrías que entrar en Youtube y ver uno tras otro: Esther Píscore, el sendero de Warren Sánchez, Pepper Clemens sent the messenger: nevertheless the reverend left the herd, cualquier alusión al compositor Johan Sebastian Mastropiero... es un no parar. De verdad, de corazón, si aún no has tenido oportunidad de ver a estos genios en su salsa, empieza por meterte al cuerpo algunos de sus vídeos y la próxima vez que vayan a tu ciudad posiblemente tú tampoco quieras perderte el inmenso placer de verlos en directo.
3 comentarios:
Yo me quedo con...
Paaaara se felices
sólo necesitamos...
Juas, que de reí!!!
jajja, nosotros a los músicos que se repiten sobre si mismo, vease jarabe de palo, café quijano... los llamamos mastropieros
Qué cosas, Zenchy, qué cosas...
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