lunes, febrero 27, 2006

Yo confieso

Está visto que el ser humano necesita tener un cierto número de vicios, y no importa lo que hagas para luchar contra ellos, la cosa explotará por cualquier otro lado. Desde que he dejado de fumar, he adquirido las siguientes adicciones:
- el té. Me bebo más de litro y medio al día, en sustitución de los 6 ó 7 cafés que me chutaba antes y que ahora no pruebo.
- los chicles. Dos paquetes al día (je, lo mío son los "dos paquetes al día" de lo que sea).
- la salsa de soja. Cuando no estoy comiendo sushi, lo que suelo hacer casi a diario porque me preparo unas fuentes que pa qué, me la bebo a tragos de la botella. Para mí que le echan algo ilegal a la salsa esa.
- la telenovela "Rubí". No pregunteis, por favor.


No estoy segura de haber salido ganando con el cambio. Las adicciones comestibles aún las tolero, pero hacerme adicta a un culebrón me está causando serios problemas de autoestima. Los niños se me quedan mirando a veces con miedo, y me preguntan "¿qué has hecho con nuestra madre?".
Qué débil es la carne. Bueno, ahora al menos tengo carne.

PS: ¿Quién coño ha traducido el título del último Harry Potter?

jueves, febrero 23, 2006

Huyhuyhuy

Antes de que se me olvide, que sigo sin fumar.
Y una vez superada la fase llorodepresiva que no me dejaba comer ni dormir, empiezo a experimentar otro tipo de cosas más acordes con mi condición de ex-fumadora, como por ejemplo que estoy comiendo como un animal de bellota.
Vamos a ver, Almu, que no pasa nada porque cojas unos kilitos que al fin y al cabo te venían bien, pero es que llevas ya casi 3 kilos, y o paras el carro o no le veo buen final a esto. Sí, esa presión que ahora notas al final de la espalda cuando caminas se llama culo.
Pero es que ya no fumo, no bebo, no tomo café, limito los dulces. Ésta no soy yo, es un ente maligno que se ha apoderado de mi y cualquier día me pone a hacer tai-chi.
Mierda, yo que esperaba una vejez como la de Marisa de "Aquí no hay quien viva", y me estoy convirtiendo en Jane Fonda...

martes, febrero 14, 2006

Toca descansar

En unos pocos meses estará aquí la asamblea, y con ella las elecciones a la nueva Comisión de Control y Garantías. Y lo cierto es que espero el relevo gustosamente, tan gustosamente como asumí el cargo en aquellas elecciones en las que presenté mi candidatura.
Durante unos días hice como que me lo pensaba, pero yo sabía que no iba a presentarme de nuevo.
Tres años en la comisión, dos de ellos presidiéndola, creo que son suficientes. Es bueno que los cargos se vayan renovando, que todos tengamos oportunidad de trabajar por la asociación si así lo deseamos, y que ésta se beneficie de distintos puntos de vista y distintas formas de hacer las cosas.
La experiencia ha sido cojonuda, sin duda, pero tambien agotadora. Es una función que desgasta mucho anímicamente, y yo he puesto muucha ilusión y trabajo en ella, pero no soy de esos casos en los que la ilusión roza el masoquismo :)

Tambien me teneis que reconocer que los componentes de la actual CCG hemos vivido lo que Axque, muy sembrado, llamó "el bienio maldito". Salvo la historia de la Fundación, nos lo hemos comido todo, pero todo: las primeras elecciones reales a la Junta de Mensa, el Tentetiesogate (que me costó dos kilos), la reforma de los estatutos, el referendum, las elecciones a la nueva CCG. .. Así que de aquí a la asamblea de Julio todavía nos queda un rato movidito. Y fíjate que poniendo tantas ganas como le he puesto, y tantas horas como le he echado para que todo saliera como la seda, doy fe de que aún así es posible cagarla de mil maneras. Qué se le va a hacer.



Aquí un recuerdo del recuento de votos para las elecciones a la Junta. Parece aburrido, ¿verdad? Lo fue. Pero la gente que allí había era estupenda, así que de todas formas disfrutamos ese fin de semana. Jo, ahora al verla me da un poquito de pena, hubo momentos muy buenos en estos años.

Lo peor: ver la cara más desagradable de Mensa. Sinceramente, yo vivía mejor sin saber de la mezquindad de algunas personas, pero es lo que hay.
Lo mejor: casi todo, la verdad. Es bonito pensar que haces algo útil por los demás, pero sobre todo mola saber que con tu trabajo estás devolviendo un poco de todo lo que esta asociación te ha dado. Y me ha dado mucho y muy valioso. Pero quede claro que ejercer un cargo en Mensa significa exactamente eso: trabajo. En el mejor de los casos no será reconocido ni apreciado, y en el peor será duramente criticado, pero eso es algo que ya sabe cualquiera de los que alguna vez haya desempeñado alguna tarea en esta asociación.
¿Y por qué entonces siguen presentándose candidatos para cualquier cargo, y no faltan voluntarios cuando hacen falta para cualquier cosa? Pues llámalo ilusión, como el anuncio de la ONCE, porque sin la ilusión que le ponen estas personas, esto se iría al garete.
Y ahora que he visto desde este lado lo que eso significa, no puedo sino dar las gracias a todos los que trabajan o han trabajado para Mensa: supervisores de tests, coordinadores de zona y de mil tareas distintas, organizadores de tantas inciativas, la comisión que ha trabajado durante tres años en la reforma de los estatutos, administradores de listas de correo y canales de IRC, CCG , y sobre todo la santa Junta Directiva.
He flipado al comprobar que la Junta tiene una cantidad de trabajo que ninguno podíamos sospechar. Pero ni de lejos. Ser parte de la Junta de Mensa España significa literalmente dejarse los cuernos, así que pueden ir preparándose los futuros candidatos pero mi admiración y gratitud la tienen de antemano, como la tienen los actuales integrantes ante los cuales me quito el sombrero. Estos son los casos que comentaba antes, en los que la ilusión roza el masoquismo.
Y qué valiosos sois, y cuánto os debemos.