Terapia

Tengo comprobado que no hay pena que no pueda mitigarse cuando encuentras la combinación exacta de música, lectura y algún complemento en la dosis adecuada.

En cuanto a la música, eso sí, deja las baladas y el requiem de Mozart para otra ocasión, lo que uno necesita en estos casos es lo más cañero de Apocalyptica: nadie puede permanecer impasible ante la belleza de "One" y el éxtasis de locura de "Hall of the mountain king". La lectura elegida debe conseguir que te recrees en el uso de las palabras, que te haga descubrir lo bella que puede llegar a ser una frase. "El juego del ángel" me ha recordado lo poética que puede ser la prosa de una novela, aunque ya no debería sorprenderme con Zafón. Leer una misma frase varias veces seguidas repitiendo las palabras muy despacio, sintiendo como se va clavando en tu corazón y sientes algo grande...

Los complementos son importantes: una taza/copa de algo especial en la mano te puede hacer sentir de fábula mezclando su sabor con el de las palabras que te están calando. En mi caso, el té Sencha obra maravillas, aunque se hace imprescindible la presencia de un buen vino que poder degustar pausadamente en otras ocasiones. "Barcelona" hay que escucharla saboreando un buen vino.

Y WoW a saco. Nunca, nunca, nunca he podido conservar un ápice de mal rollo al salir de una de esas mazmorras en que cada uno sabe exactamente cuál es su papel y lo cumple a la perfección, sin indicaciones, como si el equipo llevara toda la vida jugando juntos. Sin un solo wipe, a saco, un boss, otro boss, felicitaciones al tanque y al sanador, sonrisas y buenos deseos de volver a jugar juntos. Esa experiencia, creedme, solo la comprende quien haya pasado por ella, y te puede literalmente arreglar una mala tarde.

Y si aún queda algo de mal sabor en el cuerpo, nunca olvidar que todo es pasajero. Todo se cura, todo se soluciona, el tiempo es un gran invento que solo necesita de la ayuda de un poco de música, palabras bellas y pequeños placeres para obrar sus maravillas.