martes, octubre 21, 2008

Como una olla a presión

Los últimos meses que quedan para terminar el 2008 van a ser moviditos para mí, con lo que yo aprecio la tranquilidad y el sosiego... Menos mal que no funciono mal bajo presión, pero el exceso de stress siempre acabo pagándolo una vez que baja el nivel de adrenalina, y de esa hay mucha en estos momentos.

Antes de fin de año tendré que haber hecho frente y puesto solución a (por orden cronológico):

-una guerra inminente por un proceso de divorcio que ya sabía que iba a traer cola.
-una reforma bastante puñetera en casa, que nos va a trastocar un poco la vida a todos y que no sé cómo voy a pagar.
-la puesta en venta inmediata de mi casa (de ahí la urgencia de la reforma), porque así está contemplado en el convenio de divorcio. Dónde nos vamos a ir a vivir con 3 hijos y un gato a cuestas, ya se verá sobre la marcha.
-un juicio a una compañía de seguros que se niega a hacerse cargo de la reforma. Por aquella rotura en la bajante que me tuvo meses tragando mierda, literalmente. Este tema dudo mucho que quede solucionado antes de que acabe el año.
-una demanda a una entidad bancaria. Con ésto no sé si reirme o llorar, porque durante meses estuvimos ordenando transferencias, y efectivamente el dinero salía de la cuenta, solo que nunca llegó a su destino. De ésto mejor nos olvidamos, ni idea de cuándo recuperaremos la pasta.
-la compra urgente de un coche antes de que el nuestro se caiga a pedazos. El gasto periódico en reparaciones hace mucho que excede lo razonable, pero no hay manera de conseguir financiación para la compra de otro mejor.
Aderezando el ambiente, un clima de cierta histeria colectiva en mi trabajo porque la cosa está más que delicada y todos tenemos una espada de Damocles encima, y que a Bactering le están dejando impagos como para comprar dos coches nuevos. Los gastos de los estudios de los chicos se han disparado, ahora que una ya está en la universidad, y sé que a ellos les está angustiando porque saben que no puedo hacer frente a este expolio.

Así está la situación actualmente me guste o no, y aunque me gustaría horrores meterme en la cama y esconderme bajo el edredón, he decidido que me lo voy a tomar como si fuera una prueba para medir el tamaño mis ovarios, total no me queda otra.

Estoy anotando las cosas que está en mi mano hacer para ir tachándolas según se resuelvan, esto me da cierta sensación de orden, de que los problemas se van resolviendo poco a poco aunque la visión global parezca caótica. A partir de la semana que viene, toda la familia nos ponemos el pañuelo con nudos en las esquinas en la cabeza y empezamos por hacer una limpieza a fondo, que buena falta hace. Experiencia con el rodillo y la brocha ya tenemos, solo hay que desempolvarla, y los amigos de mis hijas me deben más de un favor. Y se pasa bien cuando se está currando en familia, más haciendo el idiota que trabajando pero al final las paredes se pintan igual.
Y en AXA seguros no conocen a la Almuric, pero van a tener el placer muy pronto. En una mañana que me pida para asuntos propios me planto en la oficina y no salgo hasta que me confirmen por escrito que me pagan hasta el último duro. Si no saco nada en claro le traspasaré el tema al abogado, aprovechando que ya tengo uno llevándome el divorcio y otro que tiene Bactering por la desaparición de fondos del banco, que curren ellos que para eso saben (y cobran).

A poner el cartel de "Se vende" en el balcón, para que haga juego con el resto de edificios de mi barrio. No se venderá por el momento, ya lo sé, pero si se vendiera... se acabó la hipoteca, se acabó verle la cara al director de mi banco, se acabaron los ahogos de cada mes. Casita de alquiler para todos, decoración nueva y visitas al Ikea, que me ponen mucho.
Y una de estas noches nos vamos a ir a cenar todos a nuestro restaurante favorito, para celebrar que no puedo permitírmelo pero me da la gana de hacerlo igualmente.

Nada de esto quita que tenga que echar mano del Orfidal bastante a menudo, que el pelo se me caiga a puñados y se me llenen los labios de herpes. Lo más peliagudo son los problemas con mi ex y las pensiones, porque los críos lo sufren, son demasiados mayores como para intentar ocultarles nada. Es su padre y lo quieren, y no entienden por qué hace las cosas que hace. Pero tengo un compañero que está siempre para todo y no me deja sola ante el peligro, y tres chicos buenos que no me dan problema alguno, lo cual es bastante decir teniendo en cuenta que están entre los quince y los dieciocho años.
Todo es cíclico, ahora toca aguantar un poco de presión y luego tocará la buena vida, y así hasta que te mueres. Mejor asumirlo, disfrutar cuando puedas hacerlo y afrontar las malas rachas de la mejor manera posible.

Y enseguida está ahí la RAM, que este año será un oasis.

6 comentarios:

Fantine dijo...

Tu puedes con eso y con todo lo que te echen! Y si necesitas algo, para eso están los amigos. Que en mi caso será mas "apoyo moral" que otra cosa, desgraciadamente así es, que entre la distancia y el indecente aumento de mi hipoteca ... pero in any case, ya sabes donde me tienes reina :)

Fantine dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Gorpik dijo...

Ya veo que no te vas a aburrir mucho en los próximos meses, ya. Bueno, espero que todo salga bien y empiece pronto la parte alta del ciclo.

Rapunzell dijo...

Chica, esto como los alcoholicos. Un día cada día.
Y ánimo. Todos sabemos que puedes con ello, pero también que poder con ello no sale gratis. Cuesta trabajo y estómago.

Un abrazo muy fuerte, y que Ganesha te acompañe.

Imperator dijo...

Mucho ánimo y un abrazo, hermosa.

Capitan Napalm dijo...

Nena, aprieta los puños y muérdete los labios hasta que sangres. Ya llegará la ola buena y solo hay que tener la tabla lista.