Apuntes

A ver si actualizo un poco ésto que le está creciendo moho. Cada día estoy más perro...

- Con la llegada de la primavera vuelvo a disfrutar de las bajadas de presión sanguínea que me dejan para el arrastre. Tiro a base de Red Bull, que no da alas pero me mantiene la cabeza sujeta sobre los hombros para que no caiga de boca sobre el teclado. Es pasajero y tampoco es grave, en cuestiones de tensión es mejor no llegar que pasarse, aunque es molesto sentirse tan empanada. Y es que en Murcia hace ya un tiempo que tenemos 35 grados, como anticipo a lo que nos espera en verano.

- No hace mucho que he cambiado de sector en mi empresa y he ganado bastante, si no en dinero sí en calidad de vida. Ya no estoy cara al público sino tranquilita en una sala común donde puedo socializar con otros compañeros, y ya no me siento siempre al borde la úlcera de estómago por las reclamaciones, las broncas y los idiotas. Bien.

- Es muy fuerte llegar a casa por la tarde y encontrar los tres ordenadores ocupados por mis respectivos hijos, metiéndose jaco compulsivamente en forma de series. Me recuerda un libro fantástico que leí (fantástico por el género, el libro era una bazofia), sobre humanos que a base de tanto ordenador acaban mutando y fundiéndose con el pc, mediante unos tentáculos que se conectan directamente con él. Temo llegar un día a casa y encontrarme monstruos mutantes con los dedos enchufados a los puertos USB y los ojos con la pantalla verde codificada de Matrix.

En fin, que me pierdo. Que voy a tener que comprar otro ordenador. Bactering no es problema porque él ya tiene tres portátiles :=0

Dios, que dependencia del ordenador tenemos toda la familia, es brutal.

- Unos días después de que lo hiciera Rapunzell, tengo que anunciar que por fin ya tengo un personaje de nivel 70 en el WoW¡ Yuuju, yuupi. Un rogue es lo más divertido que te puedes encontrar por estos lares, y después de probar varios pj he subido a ésta porque me lo paso pipa con ella. Ahora me toca sudar en campos de batalla y grupos de arenas para equiparme de épicos hasta las trancas, estoy absurdamente orgullosa y contenta. Viva yo.

Y una nueva diversión que ha encontrado mi peque (que al contrario que yo es de la horda), es meterse conmigo en el mismo campo de batalla y buscarme por todos lados hasta que me localiza, y tirarse como una bestia a matarme, cosa que hasta ahora no podía hacer por estar en distinto servidor y tener distintos niveles. Y a veces me mata y otras me lo cargo yo, pero hay que vernos, cada uno en una habitación soltando improperios e insultos indignos de una madre y un hijo, pero la guerra es lo que tiene. Me desovario cuando lo atonto y le meto puñaladas traperas mientras él grita: "jooo, mamaaaaá¡¡".

Es una experiencia religiosa. Y es de recibo agradecer al Bacterio y a mis nenes que cada noche que me pillaban de raid se fueran directamente por kebabs si pretendían cenar.

ACTUALIZACIÓN: Esta noche he entrado en mi primer grupo de arenas, obligada y acojonada, esperando hacer el ridículo y que así me dejaran en paz. Y he descubierto que, no sólo no soy la más manca de Azeroth, sino que incluso se podría decir que soy buena. Subidón de autoestima y mañana a por más. Me he probado la armadura de gladiador y me he dado mucho miedo.