Sonamu

Este bonito palabro que significa "pino" en coreano, es también el nombre de uno de mis restaurantes favoritos, que lamentablemente, ha cerrado hace unos días después de siete años de funcionamiento.
La cocina coreana no tiene, al parecer, mucha aceptación en Murcia, dada su novedad. Estamos acostumbrados a los chinos y pensamos que a los japoneses (pero que tambien son regentados por chinos), pero esto de la cocina coreana es todavía algo muy desconocido, y por lo visto aquí no somos muy dados a los experimentos, por lo que añadieron el sushi a su carta y así más o menos han ido tirando hasta ahora. Tampoco estaba situado en una zona muy propicia, demasiado alejado del centro (pero al lado de mi casa y de la de los padres de Moriarty), lo cual no favorecía mucho tránsito de clientes. Pero yo me aficioné hace unos años y resultó ser un sitio estupendo, al que acudía a menudo, . La buena noticia es que se trasladan a Madrid, así que aún podré disfrutarlo cuando vaya de visita por allí.

Tiene una encantadora camarera cuyo nombre artístico es Ana (debe llamarse Annan Phuong Tien o algo así), que una noche nos estuvo explicando durante un buen rato los secretos de la cocina coreana. Es bastante curioso la cantidad de trabajo que conlleva preparar platos aparentemente simples, pero que pueden llevar un montón de ingredientes y varias horas de elaboración, y cómo rechazan las esencias artificiales para dar sabor. Nos contó que la guindilla que tanto se usa en esa cocina, la familia de los dueños la cultiva en Corea y la secan al sol en casa, y luego ellos la recogen en sus viajes al país. Si todo es tal como nos contaron, es comprensible que no resulte una comida económica, porque no lo es. Una cena para una pareja puede salir por 40 € o más, pero es un capricho que merece la pena darse en ocasiones especiales.

Así que, si os lo encontrais por Madrid os recomiendo encarecidamente que lo probeis, y de paso me deis las nuevas señas para que yo pueda visitarlo tambien. Y no dejeis de probar el té verde, es el más delicioso que he probado nunca. La dueña nos explicó orgullosa que ese té no era chino como los que sirven por ahí (mientras hacía un gesto de desprecio con la mano), que ésto era té coreano.
Voy a echar de menos el pollo Dak Kui.