martes, diciembre 12, 2006

Creo que me estoy haciendo vieja


Este año, por primera vez desde que entré en Mensa, la llegada de la RAM no me ha hecho ilusión ni me ha producido cosquilleos en la barriga ni ansias de hacer el equipaje. En los últimos años no me he perdido un acontecimiento relativo a Mensa, y a lo mejor ha sido eso lo que al final me ha provocado más cansancio y hastío que otra cosa.
Yo nunca he ido a las RAM's a hacer turismo. En muchas ocasiones no he llegado a salir del hotel, porque a las RAM's se va a ver a la gente que quieres y que desgraciadamente vive lejos de tí, a compartir ratos de charlas y juegos con ellos, y si a cambio hay que salir a ver monumentos o comer bazofia, pues se hace y ya está. Lamentablemente, quien no tiene amigos que se alegren de volver a verlo tiene que juzgar cada RAM por la calidad del hotel y de la comida que le han puesto, porque el evento se convierte en un simple puente de turismo barato que alguien se ha molestado en organizar para tí. Lo siento por ellos, que aún no saben lo que es disfrutar una RAM.

Sin embargo, este año en lugar de pensar en la emoción de la llegada al hotel, volver a ver a los amigos, los besos y los abrazos, no me venía a la cabeza más que los madrugones, el poco dormir, las caminatas, las caras que me producen arcadas y que inevitablemente tienes que ver... Y he descubierto que no me apetecía nada ir, aún no estoy muy segura de porqué, pero llevo un tiempo en que la palabra Mensa no me trae vibraciones positivas como antes. Así que, sabiendo lo mucho que echaría de menos a la gente que quiero (y que más o menos coincide con el selecto y exíguo grupo de lectores de este blog), decidí que no iría a mi sexta RAM. En mi visita a Barcelona del año pasado ya comprobé que no hacía falta la excusa de una RAM para ver a tus amigos, siempre es buen momento y los amigos siempre te reciben con honores de jefe de estado.
Así que, como el cuerpo solo me pedía paz y tranquilidad, nos perdimos durante unos días en una cabaña en la montaña.

Siempre me ha atraído Andalucía, más que nada porque me encanta su gente, porque no puedo decir que conozca mucho la región. Y cuando pienso en Andalucía pienso en lo más vistoso, claro, lo que todo el mundo tiene que ver antes de morirse: Granada, Sevilla y Córdoba. Así que me fui a la provincia mas olvidada (para mí) y menos turística de la región: Jaén.
Y he descubierto un lugar maravilloso para perderse de verdad. Desde nuestra cabaña no se veían más que montañas y bosques, y los ciervos correteaban entre los árboles. Igual eran los primos del que me cené una noche, qué gozada de escalopines de venado. Para rematar el viaje de relax, fuimos un par de veces a una casa de baños árabes donde nos remojamos en agua hirviendo y donde nos pringaron enteros de aceite de lavanda para darnos un masaje de una hora (dioss, ciento veinte minutos de sobo en total). Allí descubrí que la felicidad consiste en un masaje de cuerpo entero, del que te deja con las piernas temblando.
Paseando un poco por la zona llegamos a un santuario en Andújar, en cuya puerta lucía un gran cartel que rezaba, muy acertadamente: "Por favor, apague su móvil. Para hablar con Dios no lo necesita".

Lo he pasado muy bien, han sido unos días estupendos de descanso y carga de pilas, pero he pensado en vosotros constantemente. He lamentado perderme el concierto, las partidas de rol y las risas, he echado terriblemente de menos vuestra compañía, así que tendré que acercarme un día de estos a veros.
Os quiero.

5 comentarios:

infopoeta dijo...

Granada no era ahora la mejor fecha para venir, salvo que quieras esquiar. Además con la llegada del puente llegó el invierno ya en serio, y ha empezado a hacer bastante frío... :S. Para mí otro problema de la RAM es que es muy lejos de Granada para ir en bus y yo no tengo tantos amigos como tú en Mensa... Y también debo estar viejo o no me gusta tanto viajar porque tras 3 meses en Nottingham y ahora Navidad en Tenerife tampoco me apetecía otro viaje entre medio. No sé como alguno aquí de la universidad viaja 4 o 5 veces al mes sin cansarse de ello :S.

Imperator dijo...

Pues si te digo lo mío, paisano... ;) Hemos hecho media docena de viajes en mes y medio, y aún tengo que bajar a Granada por Nochebuena.

Almuric: pues ven a casa. Salvo que seas alérgica a los gatos (o tu chico), aquí siempre hay algo que hacer.

zenchy dijo...

Ha sido una pena wapa pero no te preocupes, quedan muchos otros eventos populares para que sete vea el pelo

Fantine dijo...

Se te echó de menos guapa. Y lo de ver caras desagradables este año te lo hubieses ahorrado. Y que sepas que no te perdono el haberte perdido el concierto ;P

De todos modos, pásate por Madrid cuando quieras. La cena de Navidad sería una buena época, y en ella podrías disfrutar de nuestra música

Pucela dijo...

Yo os he echado de menos (más si cabe con lo monísima que dices -y dicen- que te has puesto) desde que dejaste malos vicios.

Pero estamos cerquita, y no pierdo la esperanza de saludaros antes de la próxima RAM (esto es una indirecta para montar algo y saludar a las guapas levantinas y sus chicos barbudos).